Como fan de las comedias románticas (porque hay momentos para todo tipo de cine), me faltaba este clásico de finales de los 90. No me ha defraudado. Hugh Grant, que es la representación de lo británico, interpreta a un dueño de una librería que se cruza con el personaje de Julia Roberts, actriz exitosa. Y claro, se da lo predecible, situaciones románticas y divertidas, luego viene un problema y al final feliz feliz. Y si, las comedias románticas son predecibles pero para mí son un lugar donde sentirte bien, ver diálogos ingeniosos, gente guapa que se quiere, te ríes… además que, ¿a quién no le gusta las historias de amor? Una de estas pelis que siempre apetece ver. Hay una secuencia muy chula que quiero destacar porque me gustó mucho como estaba grabada, donde el personaje de Hugh Grant pasea por un mercado callejero y van cambiando las estaciones. Muy chulo.