De las mejores pelis del año pasado. A través de la frustración de un padre que no llegó a tener los éxitos que quería, los hermanos Von Erichs se ven sometidos a una presión para ser campeones de los pesos pesados, con la maldición de su familia a las espaldas que les alberga desgracias. El reparto está increíble en sus roles dramáticos, Jeremy Allen White, Harris Dickinson y Zac Efron, quien lleva el peso de la película y que no solemos ver en papeles tan dramáticos y densos, lo borda en esta peli. Se hubiera merecido más nominaciones en la temporada de premios. Muy recomendable.