Clásico del cine western que te mantiene en vilo desde el primer minuto. La tensión crece poco a poco durante la historia. La dirección de Zinnemann mantiene tensión, aumentando la tensión cada momento. Juega con temas como el honor, el miedo y la responsabilidad, con un hombre que se enfrenta a su propio miedo. Destaco que la historia tiene lugar durante un tiempo concreto, que es lo que dura la peli, haciéndolo más real, con muchos planos a relojes que te muestran el tiempo que le queda al prota.