Tenía esta película pendiente desde que salió en 2022. Ganadora del festival de Cannes ese año. Nominada a mejor peli en los Oscars. Cine independiente europeo, de la productora indie NEON, que ha ganado las últimas 5 Palmas de Oro en Cannes con sus películas, lo cual es una barbaridad y muestra que el cine independiente viene pisando más fuerte los últimos años entre la audiencia generalista. Esta reseña no va a ser muy extensa ya que la gracia de la película es verla sin saber mucho, eso hice yo y es una experiencia 100%. Una pareja de influencers es invitada por una marca a un crucero en un yate de lujo, el cual está lleno de millonarios. La tripulación del barco se entrega profundamente a satisfacer los caprichos de los huéspedes. Mientras tanto, el capitán del barco permanece escondido en su camarote y no parece querer salir. Esta es la premisa, y os aseguro que hay momentos que esperas lo que va a pasar, pero pasa otra cosa. El director sueco Ruben Östlund, es quien está detrás de esta película, que hace una crítica a muchos elementos de la sociedad moderna actual como la industria de la moda, de los influencers, de las redes sociales, pero sobre todo critica el sistema de clases que siempre ha existido en la sociedad, y lo hace a partir de una maravillosa sátira. Me encantan las sátiras, ves tramas surrealistas, con personajes incomprensibles que les pasan cosas descabelladas pero que tienen un trasfondo que critica y te hace pensar. La ví estas Navidades y ha estado durante días en mi cabeza. Eso es lo que más me gusta de las pelis, que te encuentres días después pensando en ella, en lo buena que es o lo que te hizo pensar. ¡Ah! El cast maravilloso y esencial para la historia.